domingo, 21 de septiembre de 2014

La polémica del condón

domingo 21 de septiembre de 2014 - 12:00 a.m.

La Alianza Evangélica envió una carta al presidente de la Asamblea Nacional, Adolfo Valderrama, en la que piden la suspensión del debate

La polémica del condón

Adrián D. Todd
atodd@laestrella.com.pa

Aixa Gómez no entiende por qué se dice que en los colegios no existe el tema de la sexualidad, pues recuerda que ‘siempre se ha dado educación sexual en las escuelas. Yo recuerdo que me la daban en la primaria. Y no me tenían decir que tenía que usar condón y que no hay abstinencia. ¿Quién dijo que no existe? En la medida que les enseñes a tus hijos a respetar sus cuerpos y a respetarse como personas, claro que hay abstinencia’.
La directora general de la Secretaría Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia (Senniaf), Idalia Martínez, declaró esta semana en Telemetro que el documento tiene ‘muchas debilidades’ y , coincidiendo con la presidenta de la Confederación de Padres de Familia de Panamá, que ya los temas de educación sexual son tratados en las escuelas: ‘En las materias de Ciencias y Educación para el Hogar, se trataban los temas de educación sexual’. Martínez, quien recalca que comenzó su vida profesional como docente de Educación para el Hogar y por eso conoce el panorama en Panamá, indica que en estas asignaturas se hablaba de ‘temas de educación sexual, de reproducción, de enamoramiento, de parejas de noviazgo. No se utilizaban nombres como ‘pajarito’ o ‘cosita’ para denominar los órganos sexuales, se utilizaban los nombres correctos’. La directora también censura que se le hable a los estudiantes de condones y preservativos, en vez de eso, señala: ‘yo prefiero que en lugar de un condón y un preservativo, se le ponga a ellos libros, programas que ellos puedan desarrollar’.
Las posturas de Gómez y de Martínez son rechazadas, tanto por el director de Probidsida, Orlando Quintero, quien comenta que ‘hay que hablar del preservativo, porque los jóvenes no retrasan el inicio de sus relaciones sexuales, aun cuando se les pide que lo hagan. La sexualidad es mucho más que preservativos’; como por Diógenes Sánchez, quien considera que limitarse a hablar de la abstinencia es, hasta cierto punto, pecar de inocentes, pues ‘ vivimos en sociedades convulsionadas donde, lamentablemente, no educamos en valores y en donde la fidelidad en la pareja no es un valor que se practica en sociedad’.
Cuando se le pregunta si considera que la marcada religiosidad de Juan Carlos Varela pudiese ser un impedimento para el documento, Quintero también considera que ‘todos tenemos que hablar de sexualidad: desde la iglesia, hasta las organizaciones, las escuelas y el gobierno. Todos deben incluir el tema’. El pediatra está consciente de que el discurso debe adaptarse al lugar y depende de quién lo dé; sin embargo, el tema debe manejarse en todos los estratos de la sociedad: ‘No vas a hablar del condón en un púlpito, ni un pastor lo va a mencionar en su prédica; pero sí pueden hablar de la importancia de los valores, como ya lo hace, y también de la prevención y las consecuencias (de una vida sexual). Cada sector tiene que hablar según sus intereses. Que hablen de la forma en que puedan, pero que lo hablen. La sociedad civil, en cambio, puede conversar el tema de una forma más abierta’.
Aixa Gómez espera que las creencias de Varela, al final, si pesan en este debate y resalta que en la Confederación de Padres de Familia de Panamá, ‘en parte compartimos lo que dice el presidente’.
Ya la Iglesia católica, a través de José Domingo Ulloa, comentó, en la misa que da todos los domingos en la basílica menor Don Bosco, que el Estado no debe asumir responsabilidades que competen a los padres de familia. El prelado sugirió que los padres asuman sus roles de educar y corregir constantemente a sus hijos.
La Alianza Evangélica envió una carta al presidente de la Asamblea Nacional, Adolfo Valderrama, en la que piden la suspensión del debate sobre este anteproyecto, ya que ‘de ser aprobado este proyecto de ley tal y como ha sido presentado, traerá consecuencias sumamente graves para la niñez, la juventud y la familia’.
Pablo Morales, del Comité Ecuménico, indicó que los diputados no pueden pretender imponer en Panamá modelos de educación sexual de otros países que tienen una sociedad con la moral en decadencia. ‘Con una ley no se solucionarán los problemas de embarazos... eso solo se resuelve promoviendo otros valores que desde el hogar se han venido perdiendo’, comentó Morales.
La ministra de Educación, Marcela Paredes, también se ha referido al documento que ahora se discute en la Asamblea. Paredes comentó esta semana que el Meduca está evaluando si se integra la educación sexual al plan de estudios para el próximo año.
Un grupo denominado Alianza Panameña para la Vida y la Familia ha iniciado una campaña en la Internet para oponerse al proyecto de ley porque lo consideran ‘un atentado a la libertad de conciencia, religiosa y educativa. Un ataque a la patria potestad y una injerencia inaceptable de ideologías extranjeras en la realidad panameña’.
Juan Cooke, de Aplafa, aclara que, para ella, la propuesta de ley ‘no es un proyecto que, en términos generales, guarda relación con una religión, sino con un derecho humano, que es el derecho a la información, y que es un tema de salud pública. El anteproyecto guarda un sentido que permite que las personas, a partir de su propio grupo de valores, de su espiritualidad, accedan y vivan el tema de la sexualidad dentro de los parámetros que ellos quieren para sí mismos’.
Diógenes Sánchez, por otro lado, considera: ‘ No podemos caer en los extremos: No puede ser un proyecto muy conservador ni tampoco muy liberal, debe ser un proyecto laico, no debe haber un enfoque religioso. El centro de este proyecto de ley deben ser los menores de edad para que tengan acceso a la información adecuada y sean responsables de su sexualidad. Hay que concienciar al muchacho de manera más científica y académica de la responsabilidad que tiene en sus relaciones sexuales. Es necesario divulgarle y explicarle al muchacho que es un tema muy importante’.

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