miércoles, 1 de octubre de 2014

Un presupuesto pre-científico, antinacional y políticamente viciado

Juan Jované
jovajun@yahoo.com
Como si fueran poco los vergonzosos actos de nepotismo del actual gobierno para demostrar su carácter elitista, autoritario y carente de una ética, este ahora le presenta a la nación un proyecto de presupuesto público para el 2015, que solo puede ser calificado de pre-científico, antinacional y políticamente viciado. Las razones para esta afirmación saltan a la vista.
Un presupuesto de ingresos y gastos sostenidos sobre una base científica debe, por necesidad, basarse en una adecuada proyección económica del año al que se refiere. Sin embargo, el novel ministro de economía y finanzas, contrariando este requerimiento elemental, ha entregado a la Asamblea un proyecto presupuestario basado en premisas carentes de realidad: un crecimiento económico real de 6.5% para el 2015 y una inflación de 4.0% ese mismo año.
Desde el punto de vista del crecimiento real, en un análisis de sensibilidad, que cualquier economista profesional sabe hacer, se debería tener en cuenta que este año la economía con dificultad alcanzará el 6.5% de crecimiento, siendo cierto además que el proceso de desaceleración recientemente observado parece mostrar que la misma parece estar regresando a las tasas de crecimiento de largo plazo la que, medida por cualquiera de los métodos conocidos, es de aproximadamente 5.0%. No advertir de esta posibilidad a quienes tienen la responsabilidad de tomar decisiones no es, a nuestro juicio, una actitud profesionalmente ética.
En relación a la inflación la cosa resulta todavía peor. De acuerdo a datos de la Contraloría General de la República la inflación muestra actualmente una tasa anual del 2.1%. El equipo económico de gobierno tendría, que explicar cuáles son la razones científicas para prever un recrudecimiento de la inflación durante el próximo año, las que permitirían pronosticar que la misma se colocará en 4.0%. ¿Es un objetivo del ministro de economía y finanzas provocar más inflación en el país? ¿Será que se piensa abandonar la política de regulación de precios y dejar que la inflación se acelere?
Para proteger los intereses de la nación y de las futuras generaciones se hace necesario atemperar y manejar con cautela el proceso de endeudamiento público. Desgraciadamente el proyecto de presupuesto nacional presentado por el gobierno propone, sin el menor pudor, financiarse con B/. 4,080.5 millones de deuda pública. Se trata de una cifra tan abultada que aún restándole la amortización (repago) sería capaz, en un solo año, de elevar el monto de la deuda pública en casi un 18.0%. Lo peor es que el intento de seguir hipotecando al país y a las futuras generaciones no termina ahí, dado que el actual gobierno ha empezado a hablar nuevamente de los tan criticados proyectos llave en mano.
Dado el visible fracaso del modelo agropecuario basado en las exportaciones, las que en el 2013 tuvieron un valor que escasamente alcanzó a la mitad del observado durante el 2007, resulta fundamental desarrollar políticas públicas en apoyo al sector agropecuario, a fin de dirigirlo hacia los objetivos de seguridad y soberanía alimentaria. En esto el proyecto de presupuesto presentado por el gobierno para el 2015 resulta un notable fiasco. Es así que, de acuerdo a este proyecto, de un presupuesto en gastos de capital que asciende a B/ 4,756.1 millones de balboas solo se asignan B/. 150.3 millones, es decir el 3.2% del total, al Ministerio de Desarrollo Agropecuario. En el caso del Idiap, mientras que su necesidades mínimas de inversión son de B/. 10.9 millones, apenas se le otorga una asignación de B/. 2.6 millones. En la práctica nos encontramos frente a una política destinada a la destrucción del sector agropecuario.
Si bien el proyecto presupuestario no atiende las necesidades del sector agropecuario, si que contempla los intereses políticos de los actuales gobernantes. Es así que dos ministerios que no están diseñados para ejecutar proyectos de avance económico y social, como lo son el ministerio de la presidencia y el ministerio de economía y finanzas, se quedan con cerca del 22.0% del presupuesto de gastos de capital. No solo se trata de una situación en la que la lógica de la política sectaria priva sobre la del bien común. Se trata, a nuestro juicio, de un intento de nuevamente utilizar los fondos públicos para privilegiar los intereses políticos de los gobernantes.
En estas circunstancias, todo aquel que de buena fe busque defender el interés de una democracia nacional, social y sostenible tiene la responsabilidad ética de denunciar la maniobra política contenida en el proyecto de presupuesto para el próximo año. Esta es una tarea impostergable.

No hay comentarios :

Publicar un comentario