martes, 18 de noviembre de 2014

Cardona: Recibir educación sexual en las calles trae más embarazos


José María Torrijos Legazpi

jmtorrijos@laestrella.com.pa

Domingo 2 de noviembre de 2014. Hay cosas que mejorar en Panamá en cuanto al cumplimiento de los Derechos del Niño, comenta Jorge Cardona, miembro de la comisión de Naciones Unidas que vela por el cumplimiento de este tratado. No obstante, el abogado valenciano ve con buenos ojos la situación del istmo y, aunque tuvo una breve estadía en el país, logró disipar todos sus temores sobre lo que se encontraría al visitar Panamá. Cardona habló con La Estrella de Panamá, entre otros temas, sobre el recrudecimiento de las penas a los menores, pobreza e inequidad, el sistema educativo local y la educación sexual y reproductiva.

¿CÓMO VE LA SITUACIÓN ACTUAL DE LOS DERECHOS DEL NIÑO EN PANAMÁ?

La veo esperanzadora. Durante los tres días que he estado aquí, he visitado la Cancillería, la Presidencia y el Ministerio de Gobierno. Veo una fuerte voluntad política de avanzar y aplicar las recomendaciones que se le hicieron a Panamá en el 2011. Debo reconocer que, cuando venía a este viaje, traía preocupación, pues yo fui relator de Panamá en el diálogo del marco del Comité de los Derechos del Niño. Fui de los responsables de dirigir el diálogo. De las recomendaciones que habíamos hecho en el 2011, viendo cuál era la realidad antes de venir, aunque alguna cosa se había hecho, la mayor parte de las recomendaciones estaban sin implementar y sin, siquiera, haber empezado a hacerse. En ese sentido traía preocupación, lo reconozco, pero me voy muy gratamente impresionado porque he visto una administración comprometida, por lo menos en las declaraciones que han tenido conmigo. Les he visto con profesionales bien preparados que, efectivamente, están iniciando el proceso hacia una política integral, en el marco de los Derechos del Niño, hacia ir cambiando determinadas situaciones que no son particularmente complicadas y que no se justificaba que no se hubieran producido.

Uno no puede esperar que las desigualdades las regule el mercado, porque el mercado provoca desigualdades

¿QUÉ ES LO QUE MÁS SE PUEDE DESTACAR, APARTE DEL GOBIERNO?

Lo que visto es el gobierno, lo que he tenido son entrevistas, llegué el martes por la tarde. Tuve todo el miércoles de entrevistas, todo el jueves de entrevistas y el viernes también (risas). Es la primera vez que visito Panamá y ni siquiera he podido ver el Canal, pero debo reconocer que hay determinadas cosas que me preocupan, como, por ejemplo, el toque de queda. Es perjudicial para los derechos de los niños, estigmatiza a los adolescentes, no supone nada para su protección; al contrario, los criminaliza. Y no ha producido ninguna reducción de riesgo, no ha tenido ninguna consecuencia positiva. Sin embargo, he quedado muy preocupado del número de niños que son detenidos en la noche, que pasan la noche en una comisaría de policía, que luego son enviados a la Senniaf (Secretaría Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia) y que son devueltos a la familia a mitad de mañana, cuando, muchos, fueron detenidos a las 7 de la noche anterior, con todo lo que eso implica para un adolescente. En 2011, el representante del Estado se comprometió ante el Comité a retirar el toque de queda. Ese compromiso no fue cumplido, a pesar de que consta por escrito en las actas de la reunión, y lo había hecho públicamente. Alguien preguntaba qué se hace con un niño que se encuentre en una situación de riesgo a las 11 de la noche, pues se hace lo mismo que si se encuentra en una situación de riesgo a las 12 del medio día. No debe haber diferencia alguna. Lo que no puede ser es que la administración responsable de la protección de los menores cierre a las 5 p.m., debe haber atención las 24 horas.

DURANTE LA CAMPAÑA POLÍTICA RECIÉN PASADA, ALGUNOS CANDIDATOS PROPUSIERON CASTIGAR A LOS MENORES COMO SI FUERAN ADULTOS...

Eso es una falta, con todo respeto, de conocimiento de cuál es la realidad de la infancia y la adolescencia. Un niño, y me refiero a alguien de 0 a 18 años, no es un adulto. En toda la experiencia, en todos los Estados (tanto de América Latina como del resto del mundo), se ve, manifiestamente, que las medidas socioeducativas aplicadas a los niños que infringen la ley tienen consecuencias mucho más positivas que las represivas. El índice de reincidencia respecto de aquellos a los que se les aplica medidas socioeducativas con respecto de aquellos a los que se les aplica medidas de privación de libertad y de la política de ‘mano dura’; es decir, como si fueran adultos, la diferencia es abismal entre una situación y otra. El niño y adolescente es un sujeto que se encuentra en el proceso de evolución, de madurez. En ese proceso de evolución es necesario incidir en medidas socioeducativas. Es como el problema que se ha planteado y que el Comité le señaló al Gobierno de la reducción de la edad de responsabilidad penal. Panamá, en el 2010, bajó la edad de responsabilidad penal de los 14 a los 12 años. Lo que se produjo es que adultos que utilizaban a niños de menos de 14 años para cometer delitos, por el hecho de la irresponsabilidad penal, ahora utilicen a niños de menos de 12 años para cometer delitos. Si la bajamos a 10 años, entonces utilizarán a niños de 8 años. No consigues nada con ese tipo de medidas. Es mucho más efectivo y mucho más eficiente trabajar en el ámbito de la reinserción y la educación que en el ámbito de la represión. Hay que luchar contra las causas por las cuales esto se produce. Un niño o adolescente que vive en un barrio marginal, en medio de la pobreza, la discriminación, con una familia desestructurada, en el que el Estado no está interviniendo con carácter preventivo, fácilmente se encuentra en una escuela de delincuencia. No lo hemos de ver como un delincuente, sino como una víctima de esas causas estructurales. Si, en vez de eso, apoyamos a la familia, que es la clave para la prevención, para que puedan cumplir con sus obligaciones parentales, es mucho más económico apoyar a una familia en situación de pobreza que ese niño termine en la delincuencia o en un albergue separado de su entorno familiar.

HACE POCO LLEGÓ A LA ASAMBLEA NACIONAL UN ANTEPROYECTO DE LEY SOBRE EDUCACIÓN SEXUAL. EN OCASIONES ANTERIORES, SE HAN RECHAZADO PROPUESTAS SIMILARES, ¿CÓMO VE EL TEMA?

En el ámbito de la educación sexual y reproductiva, lo primero que hay que plantearse es que Panamá tiene un elevadísimo número de embarazos adolescentes. Esto es un problema, porque una adolescente embarazada es una adolescente que va a perder su infancia, que se va a ver afectada psíquica y físicamente. Esto hay que prevenirlo, el único modo es la educación, la sensibilización y la educación. Uno puede plantear, y conozco el debate de Panamá, de a quién corresponde. La familia tiene que incidir, sin lugar a dudas es su responsabilidad, pero nos encontramos es que las adolescentes que quedan embarazadas no son parte de familias estructuradas donde los padres tienen un nivel de educación y formación suficiente para hacerlo. Nos encontramos que se da en familias desestructuradas o en aquellas estructuradas con un nivel de formación en el que difícilmente pueden tener un diálogo en el que puedan comprender la educación sexual y reproductiva. En ese sentido, el papel de la escuela debe ser clave, en el que los niños y las niñas comprendan la realidad del sexo y el embarazo y la necesidad de evitar esas situaciones, que eso se haga conforme algunos programas elaborados por el Estado, frente a la otra alternativa, que es que la educación sexual la reciben en la calle de sus pares, otros jóvenes, mal, como una cosa misteriosa que lo único que termina produciendo es una atracción que desemboca en el alto índice de embarazos que tenemos.

A NIVEL DE EDUCACIÓN, EN GENERAL, ¿CÓMO VE A PANAMÁ?

Panamá ha dado un grado avance con la primaria generalizada. El gran problema, si mal no recuerdo, es la deserción y el abandono que se da a partir de los 12 años. Hay que realizar un esfuerzo para que la educación sea de calidad y el niño quiera quedarse en la escuela. La escuela no puede expulsar a los niños porque el sistema pedagógico no es el correcto. Hay que hacer un esfuerzo, sobre todo en el marco del paso de la educación primaria a la secundaria. El grave problema que nos encontramos, por las estadísticas que he visto, es que el niño que recibe educación preescolar y pasa a primaria, produce. El porcentaje de niños que quedan en la escuela luego de los 12 años es muy semejante al porcentaje de niños que recibieron educación preescolar. Es decir, los niños que no han tenido educación preescolar son los que desertan. Eso implica un esfuerzo en la primera infancia. Panamá ya ha hecho un plan integral de primera infancia, que es meritorio, pero hay que hacer mayores esfuerzos en esa integración. Segundo, hay que actuar sobre las causas que provocan la deserción, que no solo es la calidad, que sí que lo es, también es la situación económica y familiar que se tiene y que provoca el abandono escolar, en algunas zonas la ida hacia el trabajo informal e ilegal de niños que debe de evitarse. A su vez, tampoco podemos decirle a un niño que debe ver cómo se pasa hambre en su casa sin hacer nada, en ese sentido hay que actuar para que no se pase hambre pero que no tenga que dejar la escuela.

Si bajamos la responsabilidad penal a 10 años, entonces, utilizarán a niños de 8 años. No consigues nada con esas medidas

PANAMÁ ES UN PAÍS CON UN ALTO GRADO DE DESIGUALDAD, ¿CÓMO AFECTA A LA POBLACIÓN JOVEN?

Panamá es uno de los países de la región con mayor desarrollo económico durante varios años. No se ha actuado para evitar la desigualdad, al revés, se ha acrecentado. Aquí quiero hacer una incidencia: El porcentaje de niños que se encuentran en pobreza en Panamá es mucho más grande de lo que dicen las encuestas, porque las encuestas hablan de los porcentajes de las pobrezas de familia y las familias pobres, en primer lugar, tienen muchos niños. Es posible que haya uno o dos adultos, pero hay muchos niños. El porcentaje de niños en situación de pobreza y de exclusión en Panamá es elevado, provocado por la desigualdad. Eso marca todo el desarrollo del niño. No por las carencias materiales, sino por la vergüenza, por la falta de poder relacionarse con los demás niños. Hay niños que no quieren que los amigos vayan a su casa para que no vean la pobreza, por lo tanto no se relacionan ni juegan con los amigos; tampoco van a las casas de los amigos, para que no quieran visitar sus casas. Hay niños que no quieren salir, porque no tienen. La pobreza no es la ausencia absoluta, también es el no poder ir vestido como los demás, el no tener lo mismo que los demás. Eso lo va marcando y lo hace revelarse contra una situación de la cual no puede salir. El Estado, en ese sentido, debe tener una visión en sus presupuestos, en los cuales identifique lo que se está asignando a políticas sociales, lo cual no es fácil. Uno va a los presupuestos del Estado y ve lo que se va a invertir en Salud, pero no se ve lo que se va a invertir en salud en los niños de 12 a 18 años, porque no está. En el ámbito de las políticas sociales, no están claros los presupuestos. A veces hay ajustes de gastos cuyos impactos no se conocen y sus consecuencias solo se ven después. Es necesario, en la elaboración del presupuesto, poder identificar las partidas. Si no se invierte, no se va a acabar con las desigualdades. Uno no puede esperar que las desigualdades las regule el mercado, porque el mercado provoca desigualdades. Hay que intervenir para que todos los niños tengan las mismas oportunidades. El Estado tiene la obligación de que todos los niños tengan acceso a todas las oportunidades, más allá de su entorno, condición familiar, su pertenencia a un grupo étnico.

¿CUÁNTO TIEMPO DEBEMOS ESPERAR PARA VER LOS RESULTADOS DE ESTA ADMINISTRACIÓN?

Tras las conversaciones que hemos tenido, [he podido ver que] la administración tenía claro que hay que actuar a corto, medio y largo plazo. El reto de Panamá es tener una estrategia integral de protección de la infancia que implica una ley que, de manera integral, trate todas las cuestiones importantes en la aplicación de la infancia, de una manera coherente y sistematizada y, además, un mecanismo de coordinación de las instituciones que trabajan en la infancia, fuerte. Todos los países tienen eso, menos Chile, que lo está haciendo ya y está muy avanzado, y Panamá. Esos son los únicos dos países de América Latina que no tienen un sistema integral de protección de la infancia. Panamá fue pionero de la firma de la Convención de los Derechos de los Niños, hace 25 años, pero luego se quedó parado. Debe trabajar por ponerse al día; pero eso no se logra de la noche a la mañana. Puede costar dos años tener un buen diseño del sistema de protección de la infancia y terminarlo. El proceso legislativo es lento, el establecimiento de los mecanismos de homologación. Pero hay cosas que se pueden hacer inmediatamente, como la homologación de la ley de matrimonio. En Panamá está permitido el matrimonio de una niña de 14 años y de niños de 16. Eso es un disparate. ¡A los 14 años, una niña no se puede casar porque es aún una niña! El matrimonio le roba la infancia y provoca embarazos adolescentes. Eso no cuesta nada cambiarlo. Elevar la edad mínima a los 18 años, como pide el Comité de los Derechos del Niño, no es algo que necesite mucho tiempo. En tres meses, podría aprobarse esa ley. Del mismo modo, hay muchas cosas puntuales, que se pueden ir haciendo, con la visión de que esas cosas, a corto y mediano plazo, deben irse integrando en el marco de ese diseño de una protección integral del niño el adolescente.

Convención de los Derechos del Niño

El 20 de noviembre de 1989, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó, de manera unánime por los 193 países participantes, la Convención sobre los Derechos del Niño.

‘La Convención sobre los Derechos del Niño reúne los derechos humanos de la infancia que estaban articulados en otros instrumentos internacionales. Esta Convención articula los derechos de un modo más completo y proporciona una serie de principios rectores que conforman el concepto fundamental que tenemos de la infancia’, explica la Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) en su web.

Una adolescente embarazada es una adolescente que va a perder su infancia, que se va a ver afectada psíquica y físicamente"

La organización también comenta que la Convención sobre los Derechos del Niño ‘establece derechos para todas las personas menores de 18 años, independientemente de su etnia, religión, género, origen social o cualquier otra condición y es considerada la declaración más completa de los derechos del niño que jamás se haya realizado’.

Aunque Unicef considera la ratificación de la Convención como ‘el hito más importante para la vida de todos los niños, niñas y adolescentes, ya que marcó el inicio de una nueva era centrada en su bienestar y necesidades’, también reconoce que hoy, un cuarto de siglo después, ‘los niños y las niñas sufren a causa de la pobreza, la falta de hogar, los malos tratos, el abandono, las enfermedades que se pueden prevenir, la desigualdad en el acceso a la educación y la existencia de sistemas de justicia que no reconocen sus necesidades especiales. ‘Estos son problemas que ocurren tanto en los países industrializados como en aquellos que se encuentran en desarrollo’, reconoce el organismo.

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