De las 3.9 millones de personas que habitan Panamá, una de cada tres está por
debajo de los 18 años; eso equivale a 1 millón, 172 mil, 747 menores de
edad.
Datos del MEF indican que, en promedio durante la última década, el PIB de
Panamá aumentó 10.6%. El Banco Mundial (BM) señala que el Producto Interno Bruto
(PIB) del país en 2012 era de $36.25 mil millones. Aunque se estipula una
desaceleración, las cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI) estipulan que
el PIB aumentará 6.9 y 6.6% en 2014 y 2015, respectivamente.
A pesar de la bonanza económica, datos de la Unicef en Panamá resaltan que,
por ejemplo, el 44% de los niños entre 0 y 7 años son pobres. En el grupo de 10
a 14 años, el porcentaje es de 40% y en el sector de 15 a 19 es de 34%.
En Panamá, se calcula, hay cerca de 50 mil 410 infantes que trabajan, de lo
cuales 13 mil 101 son del sexo femenino y 37 mil 309 son varones.
En su ‘Panorama General’ sobre Panamá, el BM comenta sobre el istmo: ‘La tasa
de pobreza cayó del 48.5% en 2002 al 27% en 2011, mientras que la pobreza
extrema disminuyó del 21% al 11% durante ese periodo. Aun así, la desigualdad se
mantiene relativamente alta en Panamá (coeficiente Gini de 0.53 en 2011) y
persisten desafíos para la provisión pública de servicios sociales. Por ejemplo,
niñas y niños en comunidades indígenas tienen significativamente menos acceso a
servicios básicos de educación, electricidad y saneamiento que otros niños y
niñas en zonas rurales o urbanas. Atender estos retos sería clave para que
Panamá se acerque más a países avanzados en términos de prosperidad
compartida’.
LOS MENORES NO VOTAN
–¿Los candidatos hacen campaña para quien no vota? ¿Les interesa hacer
propuestas para un grupo que no les asegura el triunfo?–
–En algún lado leí: ‘Muchos pactos, poco impacto’– comenta Marisa Arias de
Fondo Unido de Panamá, una de las poco más de 30 entidades que respaldan ‘Actúa
con la niñez’, pacto encabezado por la Unicef y firmado por los siete aspirantes
a la presidencia o sus candidatos a vicepresidente–. Para la ciudadanía en
general es difícil entender el tema de los pactos porque piensan que todas las
propuestas son iguales, pues todos están firmando; pero no es así– asegura Arias
Thayer–. Entre los candidatos, quiero pensar, hay una postura de querer apelar a
todos los grupos; pero cada uno tiene un punto de vista sobre las cosas y una
mecánica diferente para responder a los puntos que incluye el Pacto. Que si (el
candidato) gana votos o si es una estrategia política (el abordar los temas de
niñez y adolescencia), eso habrá que analizarlo en las circunstancias de cada
uno de los candidatos; mas lo justo es que respondan a los derechos de los
menores que ahora mismo no tienen una voz.
Al cuestionarle a Alma Jenkins, representante de Unicef en Panamá, si lo que
ha visto en las propuestas de campaña se acerca a lo que como ONG están
buscando, comenta: ‘Todas las propuestas tienen entre seis o siete ejes
temáticos. En cada eje, al final, siempre se incluye, de una forma u otra, el
tema de la niñez. Algunos tienen la educación como un pilar específico; otros,
los tienen incluidos como ‘grupos vulnerables’. Es válido, pero nos gustaría que
se les abordara como sujetos de derecho, pues nadie es vulnerable
intrínsecamente. Definitivamente, cada una de las siete propuestas, en mayor o
menor manera, cubren los temas de niñez. Quizás los enfoques de algunos no son
los que a nosotros nos gustaría; pero cubren los asuntos de la niñez y
adolescencia’.
LA VIOLENCIA
–Quizás uno de los temas que no está suficientemente abordado es el derecho
de la niñez a crecer sin violencia– opina Alma Jenkins–, porque los candidatos
se enfocan a la seguridad ciudadana; pero no se enfocan a que este es un país
donde se ejerce la violencia contra los niños. Y no solo se trata de la
violencia sexual, sino la física y el homicidio.
En el año 2011, según el Observatorio de Seguridad Ciudadana, hubo 72
infantes víctimas de homicidio. Eso quiere decir que, cada mes, mueren 6 niños
por la violencia.
Estadísticas de la Contraloría General de la República identifican que,
también en el año 2011, a los juzgados de menores de todo el país, llegaron en
total 541 niños y adolescentes víctimas de abuso sexual; mil 644 víctimas de
maltrato; dos mil 690 en situaciones de ‘omisión, amenaza y abuso de derechos’;
así como 79 víctimas de abandono y otros 922 en situaciones que requerían
protección.
Unicef señala: ‘En 2012 la Policía registró 8,012 casos de maltrato contra la
niñez. En 2011 se contabilizaron 666 casos de sospecha de violencia
intrafamiliar cuyas víctimas eran niños, niñas y adolescentes, y 567 casos por
abuso sexual’.
LOS ADULTOS DEL MAÑANA
Panamá ha alcanzado el pleno empleo, ha indicado en varias ocasiones Frank De
Lima, ministro de Economía y Finanzas. La tasa de desocupados en este momento,
es de 4%, indica la Contraloría; empero, la misma institución menciona que de la
población con trabajo, el 39% está en el sector informal.
El ‘IV informe de Seguridad Ciudadana’ publicado por el Observatorio de
Seguridad Ciudadana de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de
Panamá, indica que en Panamá hay ‘100 mil personas mayores de 18 años que no
trabajan ni estudian (Nini)’. Según la ‘Segunda Encuesta de Victimización y
Percepción de la Seguridad Ciudadana en Panamá Año 2013’ realizada por el
observatorio, de la muestra de 3 mil encuestados, 448 dijeron tener un ‘nini’ en
casa. Eso representa el 15% de los consultados.
La representante de Unicef, Jenkins, se refiere a la preparación de los niños
y adolescentes para cuando sean adultos e ingresen al mundo laboral: ‘La mayoría
de nuestros jóvenes solo llegan hasta noveno grado. Como un punto de la agenda
‘Actúa con la niñez’ tenemos el tema de la inversión en la niñez y adolescencia
y también hay otro sobre educación. No todo tiene que ser educación formal,
puede haber modelos de pasantías que te permiten, mientras generas un ingreso,
aprender un oficio. Eso te hace un profesional para ejercer una profesión de una
manera digna, que es lo que la gente y el país necesitan. Debemos llenar el
vacío en la educación media y seguir las apuestas en la educación superior; pero
diversificándola para que seamos competitivos. Hay mucha gente que ha tenido una
educación secundaria, pero no ha sido de calidad. A todos, probablemente, nos ha
pasado que estamos pagando y la cajera no sabe dar el vuelto. Cuando ves casos
así, lo que está detrás es que la persona se graduó, pero lo que sabe no es
suficiente para una inserción laboral digna para un mercado tan competitivo que
es el de hoy’.
–¿Qué pasa cuando las 104 empresas transnacionales que hay en el país buscan
fuerza laboral?– se pregunta Jenkins– Pues que no encuentran los perfiles,
porque una persona graduada, pero sin motivación y mal formada no tiene las
competencia que una empresa transnacional necesita. Pero no solo las
internacionales, también las empresas de Panamá, que necesitan el recambio
generacional.
NO ES CARIDAD
–Me gustaría ver una visión integral en las propuestas– opina la Directora
Ejecutiva de Fondo Unido–. Dentro de lo que hemos examinado, son ejes que forman
parte de su plan de gobierno; pero no se ve esa interacción con el niño. Esa es
la parte integral que consideramos les hace falta. Para Fondo Unido las
propuestas están muy fragmentadas en cosas muy puntuales. Algo que a nosotros,
como fundación, nos preocupa es que el tema de niñez se siga tratando como un
tema suave que termina por caer en la caridad– comenta Arias.
–Los mayores problemas de la niñez y la adolescencia son de inequidad– opina
Alma Jenkins—. Si nosotros miramos el país, cuánto se invierte en las regiones
con respecto a lo que aportan a la economía... Por ejemplo, Colón. La provincia
el 13% del PIB y es la tercera provincia más importante del país. Sin embargo,
en el presupuesto del 2013, en salud, Colón recibió 25 millones de dólares,
menos del 2%. Eso significa que se invierte muy poco de vuelta en la gente de
una provincia que genera mucho. Solo hay que ver las aguas negras y las
viviendas, para entender que lo que se invierte no es suficiente para atender
las necesidades de la población, ya ni siquiera de los niños– comenta Alma
Jenkins–. Eso genera la inequidad existentes. Hay que cuestionarse la eficiencia
de esta repartición, y por eso la niñez y la adolescencia deben ser un tema
político.
–¿Son realizables las propuestas?– se les consulta.
–La pregunta no es esa, sino que si es esto lo que le país necesita para
mantener y ampliar su desarrollo– comenta Alma Jenkins–. Eso se deben preguntar
los electores a la hora de votar el 4 de mayo. Hay mucha diversidad en términos
de propuestas. Lo bueno es que hay un discurso en todas las campañas sobre las
equidad. No sé si acciones, pues no están en funciones.
Y añade la representante de Unicef: ‘No sé si nos gusta que lo aborden como
grupos vulnerables, nos hubiese gustado que se abordaran las cosas desde las
perspectivas de derechos de los indígenas, de las mujeres, etc.; pero voluntad
para abordar a los grupos humanos y sus necesidades y derechos, sí hay. Después,
las formas de sus propuestas es lo que hay que estudiar y debatir’.
–El papel aguanta mucho– lamenta Arias Thayer, de Fondo Unido–. En cualquier
campaña electoral hay mucha demagogia. Si todo lo que se promete se pudiera
cumplir, sería fantástico. Hay algunas cosas que suenan muy bien; pero nos
seguimos preguntando cómo se van a llevar a cabo. Hay que ver más allá, y eso es
lo que nosotros como, respaldo a ‘Actúa con la niñez’ haremos a partir del 4 de
mayo– concluye Marissa Arias.